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cine club: diary of a teenage girl

  • Polina Guajardo y María Medusa
  • 21 ene 2018
  • 4 Min. de lectura

Con un poco (mucho) de retraso llega el segundo escrito sobre la película de Diciembre del Cine Club.


Todos se acuerdan de la vez que perdieron su virginidad. Cuando creíamos en el mito ése de la virginidad. Para algunos estuvo bien rico, para otros fue doloroso y para otros hasta traumático. Para mí, estuvo bien chafa. Estaba bien grifa y escuchábamos el disco de The Dark Side of the Moon en el cuarto que el compartía con sus otros tres hermanos. Un poco cliché para ser sincera. La película Diary of a Teenage Girl empieza con una toma del ass de la protagonista Minnie, interpretado por Bel Powly.


Después vienen las palabras “I had sex today” y continúa caminando en el parque viendo como el mundo escurre sexualidad por todos lados. Minnie es una chica de 15 años que dibuja increíble y le vale la escuela. Su mamá es jóven, atractiva y siempre está acompañada de sus amigas y su novio Monroe. Su novio es un “manchild” con bigotito de esos que usan los pervertidos. Esto acaba de ser un spoiler pues fíjense que Minnie pierde su virginidad con Monroe y empiezan una relación como la que muchas hemos tenido. Una relación en donde la chica pide amor y atención del hombre, el hombre por ende tiene un poder sobre ella y la tiene en la incertidumbre de que si la quiere o no y solo la usa para sexo.

Tomemos en cuenta que Monroe le lleva fácil unos 20 años y que es la época setentera en San Francisco. Tiempo de drogas, sexo y pantalones acampanados. Minnie a sus 15 años tenía sexo como una diosa con Monroe,con algunos de su escuela y hasta tenía tríos con su mejor amiga. Creo que puedo hablar por muchas y decir que esta no es una realidad cercana a la nuestra. En el mismo tiempo que esto le pasaba, se compra un cómic de la artista Aline Kominsky. Empieza a dibujar como ella y hasta le escribe fanmail. Después de mucho conflicto, llega un día en que vio a Monroe en un estado de vulnerabilidad y que salieron de él las palabras que siempre había querido escuchar de el: “I love you”, y fue cuando Minnie se dio cuenta de lo loser que estaba este tipo. La mamá se da cuenta después de esto y obviamente hace un escándalo. Algo que se me queda muy grabado es cuando dice “Lo sabía. Pero me sentía loca”. Vaya, ¿cuántas veces no hemos sentido eso? Es aquí donde entra el conflicto de muchas mujeres. Saber cuándo nuestro apetito sexual podría lastimar a otra persona. Es aquí donde Minnie ahora decide explorar su sexualidad con otra chica como muchas lo hemos hecho: una combinación entre curiosidad y escapismo. Llega un punto donde cae fondo y regresa a su casa donde su mamá la recibe con brazos abiertos. Después de esto Aline Kominsky le responde su fanmail con algo muy sencillo “usualmente los fanmails que obtengo es por chicos que creen que soy bonita.


Tú sigue haciendo lo tuyo”. Es entonces aquí que Minnie ya está iluminada por la diosa feminista de tu preferencia y sabe que una mujer no necesita de ningún hombre para ser feliz. Podría haber otras mujeres que sientan que sí lo necesiten, pero eso no las hace menos feministas. Cada una hace un desmadre de sus vidas a su manera, pero lo importante es siempre estar juntas nosotras y no dejar que nos lastimen o que haya conflicto entre nosotras por un hombre. Se que podría escucharme como Dr. Phil y para algunas como un disco rayado, pero el amor propio es lo que nos salvara de muchos problemas. El sexo viene solito. Siempre hay muchas oportunidades de tener sexo, pero una lo disfruta mas cuando no es por necesidad de tener amor y atención de un hombre. Si tan solo yo hubiera sabido todo esto hace 10 años, cuantos dolores no me habría ahorrado.



Entonces, al final, Diary of a Teenage Girl termina siendo no un lindo y caótico o extraordinario relato sobre la juventud sino una narración casi real, casi ordinariamente común de todos esos momentos en los que cuando tienes 16 parecen el fin del mundo. Y es que en realidad lo son, muchos fines e inicios de tus mundos. Entonces ver a Minnie hacer un desmadre o no sentirse lo suficientemente adecuada para tal o cual cosa y ser una absoluta fangirl (de Phoebe Gloeckner) nos hace sentir acompañadas en esos fines de nuestros mundos que al parecer nos van a seguir pasando por un rato.


Actividades inspiradas en la película:

  1. Leer el diario de alguien; de tu mejor amigx (si te da permiso), Anaïs Nin, el libro súper lindo y colorido de los diarios de Frida, memorias como el libro 'Just Kids' de Patti Smith o Rae Earl.

  2. Hacer ejercicios de escritura como 'morning pages' o intentar llevar un diario y explorar tus feels interiores más jarcorrrs. Puedes hacerlo en maneras creativas como con una grabadora (como Minnie) o solamente dibujando o a través de cartas anónimas que dejes en un lugar pública o haciendo poemas.

  3. Ver la serie My Mad Fat Diary <3



 
 
 

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